La pescadora


Con sus cabellos rojos la veo venir...
Desde mi globo de vientos la puedo admirar...
Quisiera un traje azul, como el de ella, para salir a volar y un sombrero para poderla saludar...

(GML)



Así, la pescadora, salió por peces, pero recogió nubes; las que estaban reflejadas en el mar...



Destellos de colores fueron confundidos entre los peces…
los tonos del crepúsculo, rojos, naranjas, violetas, la cautivaron;
y así volvió a la orilla envuelta con un manto del ocaso…




Micro-cuento móvil creado con la colaboración de Gabriel Muñoz Lavín en los versos.

Ballenitas migrando al Norte




Las ballenitas viajan desde el Sur, de día se guían por el horizonte, por la tarde los colores del ocaso les muestran el camino y cuando llega la noche es el firmamento quien les dicta hacia dónde ir.

Van al norte…

ballenita verde llevando gaviotas cósmicas

ballenita azul con sus nubes de algodón

ballenita marrón con las estrellas doradas


Las ballenitas llevan preciosos regalos, estrellas doradas, gaviotas cósmicas y nubes de algodón. Son para los sueños del camino de cada niño que está por llegar…

cada micro-cuento móvil lleva impreso su cuentito

100% hecho a mano

Así comienza esta historia



Ella llega perfumada de magnolias,
y el gallito se ríe cuando la ve pasar



Gallito, en tu andar relucen tus colores otoñales y tu elegante cresta se eleva hacia el cielo como un sombrero de copa.






Él la ve pasar, en el vaivén de su columpio
Y ella sonríe con sus mejillas en flor

No hay ni luna ni sol, pero brillan las coloridas magnolias, y bajo sus ramas al fin ellos se encuentran y juntos comienzan a cantar





El Diseminador de Semillas





El Diseminador de Semillas...

Vive pensativo en su pequeña casita, el diseminador de semillas... se levanta al alba con el primer canto de los pajaritos...




Sube por el largo tallo a la fábrica de semillas y allí sentadito, como cada día, emprende el trabajo.
Sopla y sopla delicadamente y las semillas no tardan en caer a la fértil tierra, como espirales comienzan a crecer...



La fábrica de semillas no es una máquina...
Y estas semillas no necesitan fertilizantes...
El diseminador de semillas vivía muy pensativo, tratando de saber por qué sus semillas no volaban más allá, más lejos...

"mi fábrica es hermosa"... pensaba... "mis soplos delicados", se decía...




“Tal vez tengo que pedir ayuda”. Entonces, se le ocurrió llamar al círculo de las mariposas.

Ellas llegaron con su vuelo sutil. El diseminador de semillas les contó de su preocupación y las mariposas decidieron ayudarlo.

Recogieron las semillas que iban cayendo y se las llevaron más allá, más lejos…

Y así todos los campos, jardines, parques en todo el mundo se llenaron de hermosas flores… fábricas de semillas





Para mi querida amiga Ellenore, que viaja por el mundo regando semillas de nobleza y alegría