Dos caracoles iban tranquilos y conversando por un camino luego de una noche lluviosa.
A lo lejos – que en realidad es cerca – ven un charquito resplandeciente y se dicen:
“¡Es el Sol!”.
Entonces partieron como en una carrera, uno al lado del otro, apresurados, uno delante del otro y detrás…
Y así apuraditos, hasta que llegaron al charquito… quiero decir, al Sol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario