Olguita

Olguita, trabaja desde muy pequeña, llevando a pastar a sus ovejitas.

Siempre fue distraída y cuando llegaba a las faldas del cerro, corría por el prado, jugaba con las maripositas, imitaba a los pajaritos que se le acercaban, olvidándose completamente de sus ovejas.



"Ovejita perdida"



"Ovejita encontrada"



Cuando se daba cuenta, sus ovejitas estaban dispersas, unas por allá, otras por aquí y Olguita tenía que, con mucho esfuerzo, reunirlas nuevamente para regresar a su casa.

Así cada día, terminaba exhausta de tanto correr detrás de sus ovejitas.

Una tarde, luego de todo ese ajetreo, decidió recostarse bajo un Qantu para descansar un poco antes de volver a su casa.

Y es así que se quedó dormida…



Fue anocheciendo, y Olguita no despertaba…

Entonces las nubecitas nocturnas le dijeron: “Olguita, ¿a qué hora guardas a tus ovejitas? ¡Mira que ya salió el primer lucero!”



La lunita nueva con el primer lucero acompañaron a Olguita y a sus ovejas, hasta su casa, protegidas por el polvo de estrellas mágico de la noche.



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Este cuento ha sido creado, inspirado en la vida de nuestra amiga Olguita, que vino de Ayacucho para cuidarnos y darnos todo su cariño.

Simón el gato y la lunita nueva

Atrapé un sueño, para convertirlo en cuento...




Simón el gato. Un gato soñador. Amante de la noche, que viste color ocaso.



Cada atardecer, sigilosamente trepa a su rama preferida, la rama del lúcumo, para esperar a la lunita nueva.

La lunita nueva no siempre está, pero hoy la ha encontrado y brilla para él.



El lúcumo, un árbol robusto que le presta sus ramas a Simón para contemplar a la lunita nueva.



Simón no está solo en el lúcumo. Lo acompaña la duendecita guardiana de sus frutos y sus hojas... a ella también le gusta el novilunio...



He aquí mi sueño atrapado, pero lo he de dejar libre para que se escriban las palabras de su historia, para que se conviertan en cuento.