Noelía, la dríada del Huarango


Ruido de cencerros
Ráfagas de viento
Senderito Polvoriento

Haiku

Con ligero vuelo, llegando al bosque de Huarangos, la Dríada Noelia se detiene y observa silenciosa, intentando encontrar el sonido que la llama.
¡Ruido de cencerros!

Continúa por entre las ramas de viejos árboles, impulsada de cuando en vez por ráfagas de viento suave.

Con calma, va bajando, dejando de sacudir sus alitas para posar sus pequeños pies sobre la tierra.

Continúa caminando por el senderito polvoriento y encuentra al fin a su árbol, el Árbol Abuelo.

Y bajo la sombra reposada del Huarango una llamita tierna con su cencerro la espera.

Noelia, la Dríada del Huarango


1 comentario:

  1. Que lindo escribes con el corazón. Me encantan los colores de esta historia y todos los detalles que no se te pasan desapercibidos.

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